viernes, 29 de octubre de 2010

UN EPEW DE LOS QUE VIVIERON ANTES QUE NOSOTROS

Caw genemapun se levantó en esa mañana tan brillante y bañada de sol sólo para ver cómo iba vestida Mijarajen; era el día feliz de su kurejewvn con Kalfvlikan el wenxu más admirado del levi al sur de Notuko.

Kalfvlikan era un Wijice inmenso y corpulento, mientras que Mijarajen era una delicada joven, destacada por la fineza y belleza de su cuerpo.

Era una ceremonia escondida en medio del bosque porque el amor entre Mijarajen y Kalfvlikan era impensable para sus familias, de lof vecinos, pero enemistadas desde hace mucho tiempo. Estaban ellos dos, el Genpin y la Maci, ambos del lof de Kalfvlikan.

Presentaban sus ruegos matrimoniales a Caw Elcen cuando fueron interrumpidos por el Logko del lof de Kalfvlikan y un grupo de familiares de ambos novios que se abalanzaron sobre la pareja con la intención de separarlos; pero con más prisa el Genpin y la Maci abrazaron con fuerza los pies de los jóvenes enamorados, quienes ya se habían abrazado al ver el peligro que se les venía encima.

Fue tanta la fuerza y pasión con que se entrelazaron los dos jóvenes novios que, ante los ojos de los presentes -impresionados por lo que veían- fueron transformándose él en un inmenso lawal y ella en un apretado foki, mientras que el Genpin y la Maci se hundían en la tierra transformados en gruesas raíces entretejidas entre sí.

En silencio ceremonioso fueron retirándose de a poco del lugar y al mes justo se reunieron ambas familias completas ante el lawal rodeado del foki e hicieron pacto para siempre de venerar los lawal y usar los foki de manera respetuosa, además de hacer pacto de reconciliación para siempre, sabiéndose -desde el abrazo de los novios en adelante- una sola familia, ganada para la amistad, la solidaridad y la convivencia gracias al amor de los amantes jóvenes que transformaron sus existencias para recordarles, hasta que el mundo sea, la necesidad de vivir en unidad y libres de competencias, envidias, diferencias tontas y descalificaciones.

Escritura Anselmo Ragileo      Pronunciación                   Traducción
Epew                                          epéu                                   relato ancestral
Caw genemapun                      Cháu ngenemapún          Dios que surge desde la tierra
Mijarajen                                  millarrayén                     flor de oro
Kurejewvn                                curreyeguén                    casamiento
Kalfvlikan                                 calfilicán   caupolicán  poder azul
Wenxu                                        guéntru                            hombre
Levi                                            lévi                                    sector compuesto por 3 o 4 lof
Lof                                              lof                                      comunidad
Notuko                                      Notúco                               agua donde hubo una carrera
Wijice                                       Huillíche                          gente del sur
Genpin y Maci                        Ngenpín y Máchi             Autoridades ancestrales de cada lof
Caw Elcen                               Cháu Elchén                     Dios en el ambiente de las personas
Logko                                       Lónco                                Cabeza  Autoridad máxima de cada lof
Lawal                                       laguál                                 alerce
Foki                                          vóqui                                  enredadera

PRIMER DIAGNÓSTICO

Como buen chileno esperé el último día; doscientas personas en la fila. Después de tres horas recibí mi primera tarjeta BIP.

Han pasado meses de levantadas casi a la madrugada, infernales filas bajo la lluvia, el frío polar y  hasta la nieve. Garabatos pensados, dichos, gritados, recibidos. He empujado, me han golpeado, he transpirado en el metro hasta casi “perder la bañada”.

Ayer, enfurecido un señor me rompió mi mochila.

Al llegar a casa, lleno de rabia rompí en mil pedazos mi tarjeta BIP y la tiré lejos.

Mi mamá escucha acongojada el primer diagnóstico del sicólogo: “sufre un trauma bip-polar”.

SERVIDORES DE LA VIDA, LA PAZ Y LA JUSTICIA

Una opción urgente
Perico 2003

Presentación
Nunca como ahora, hemos estado desafiados a ser protagonistas de la paz. Puede que en la decisión no estemos presentes. Pero, ¡cuánto podríamos influir en una decisión que traerá la muerte a personas, hermanos, habitantes, como nosotros, de este mismo mundo compartido!.

Lo que está sucediendo no es tan sólo una guerra entre un país y otro. Estamos al comienzo de un milenio viendo cómo una mentalidad está enseñoreándose de la forma de hacer la historia. Y nosotros: ¿estamos haciendo una lectura crítica y comprometida de todo lo que está sucediendo o nos estamos conformando con una lectura ingenua o una postura indiferente frente a lo que se está construyendo delante de nuestros ojos?

Este texto busca, con urgencia, que cada hombre y mujer de esta tierra haga una opción clara para asumirse, con todas las consecuencias, como un/a servidor/a de la vida, la paz y la justicia.


Profundización
Reunidos en grupo, lean el siguiente texto, con mucha solemnidad. Que sean dos personas las que lean. Pueden portar signos (ej: quien lea el génesis puede estar completamente vestido de blanco y quien lea el antigénesis puede estar vestido de negro; quien lea el génesis puede tomar su lectura de una mesita adornada con flores, palomas,  pistolas quebradas, etc.; y quien lea el antigénesis puede tomar su lectura de una mesita donde hayan armas, una calavera, fotos de guerra, etc).

GÉNESIS Y ANTIGÉNESIS.


GENESIS DÍA 1
En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas.

Dijo Dios: “Haya luz”, y hubo luz. Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Dios llamó a la luz “Día” y a las tinieblas “Noche”. Atardeció y amaneció: fue el día Primero.

ANTIGÉNESIS DÍA 7

Al final, cuando el codicioso, lo había acumulado todo –ordenadamente- las tinieblas cubrían su espíritu y, sus ansias de poseer más, aleteaba sobre la suerte de los pueblos empobrecidos.

Dijo el codicioso: Tengamos el Amazonas, tengamos todos los territorios reservas de la humanidad, los podremos comercializar a su debido tiempo. Y desparramó sus virus mortíferos en las aguas cercanas a los pueblos originarios que se han ido muriendo de a poco, por incendios provocados tan enormes que nuestra imaginación no los contiene; se han ido muriendo con muertes tóxicas, acorralados y envenenados por los que aplastan sus vidas con pesadas máquinas que sepultan de cemento de esta nueva civilización asesina sus tierras ancestrales. Dijo el codicioso: “Haya robo y acumulación” y vio que esto le convenía porque lo enriquecía y le daba poder. Y llamó al robo “Civilización” y a la acumulación “Inversión”. Fue el séptimo día antes del caos final.



GÉNESIS DÍA 2
Dijo Dios: “Haya una bóveda en medio de las aguas, para que separe unas aguas de las otras”. Hizo Dios entonces como una bóveda y separó unas aguas de las otras: las que estaban por encima del firmamento, y las que estaba por debajo de él. Y así sucedió. Dios llamó a esta bóveda “Cielo”. Y atardeció y amaneció: fue el día Segundo.



ANTIGÉNESIS DÍA 6

Al final, cuando el capitalista le había sentido el gusto al dinero mal ganado, lleno de egoísmo, dividió a la humanidad en clases sociales: muy pocos enriquecidos a costa de cientos de miles de multitudes de empobrecidos. Se dijo: “Viviremos bien esta corta vida”, y comenzó a consumir bienes que el comercio le ofreció, quiso comprar a las personas, comprar la felicidad, y hasta procuró comprar a Dios. Dinero tenía de sobra. Ojos no. No tuvo ojos para mirar a su lado a los que iba empobreciendo. Levantó tan altos muros y se llenó de tantas armas para defenderse, para que los demás no se acercaran a su tesoro, que no pudo ver a quien estaba pisando. Y le gustó ser servido, le fascinó que lo abanicaran. Se sintió feliz cuando le pidieron limosna, y se creyó bueno cuando sacó de su bolsillo la moneda que nunca iba a ocupar, o de sus clósets la ropa que ya había usado hasta aburrirse. Dijo el capitalista: “Haya esclavitud y privilegios”. Y a la esclavitud la llamó “sueldos” y a los privilegios los llamó “decencia”. Fue el sexto día antes del caos final.

GÉNESIS DÍA 3

Dijo Dios: “Júntense las aguas de debajo de los cielos en un solo depósito, y aparezca el suelo seco. Y así fue. Dios llamó al suelo seco “Tierra” y al depósito de las aguas “Mares”. Y vio Dios que esto era bueno.

Dijo Dios: “Produzca la tierra hortalizas, plantas que den semilla, y árboles frutales que por toda la tierra den fruto con su semilla dentro, cada uno según su especie”. Y así fue: La tierra produjo hortalizas, plantas que dan semilla y árboles frutales que dan fruto con su semilla dentro, cada uno según su especie. Dios vio que esto era bueno. Y atardeció y amaneció: fue el día Tercero.



ANTIGÉNESIS DÍA 5
Al final, cuando el industrial, vio  que sus multinacionales producían y vendían a buen precio lo producido se dio cuenta que generaban mucha basura, ¿dónde poner estos residuos tóxicos?. Sin ninguna duda moral decidió arrojarlos al mar, a los ríos, a los lagos, a los canales. Cuando fue descubierto consultó con sus asesores y le llenaron la mente de ideas siniestras. Buscó países empobrecidos y les pagó un poco de su dinero para que las basuras tóxicas fueran trasladadas a lugares desiertos y habitados de estos países que se transformaron en basurales  tóxicos, agentes de polución mortal. A este proceso de envenenamiento químico de otros que no son su país y de otros que no son su raza lo llamó “exportaciones no tradicionales”. Y le gustó solucionar de esta manera barata un problema tan complejo. Fue el quinto día antes del caos final.



GÉNESIS DÍA 4
Dijo Dios: “Haya lámparas en el cielo que separen el día de la noche, que sirvan para señalar las fiestas, los días y los años, y que brillen en el firmamento para iluminar la tierra. Y así sucedió. Hizo, pues, Dios dos grandes lámparas: la más grande para presidir el día y la más chica para presidir la noche, e hizo también las estrellas. Dios las colocó en lo alto de los cielos para iluminar la tierra, para presidir el día y la noche y separar la luz de las tinieblas; y vio Dios que era que esto era bueno. Y atardeció y amaneció: fue el día Cuarto.



ANTIGÉNESIS DÍA 4
Al final, cuando el latifundista, con el corazón envenenado por el acaparamiento y la acumulación, se llenó de placer al concebir una idea macabra puso todas sus fuerzas en hacer realidad su deseo: ser dueño del país. Usó las leyes, la tradición, manipuló los Medios de Comunicación Social, contrató matones y asesinos y expulsó a miles de campesinas y campesinos que, caminan la procesión más triste de la historia: los sin tierra, los emigrantes, los desplazados. Caminan hacia un sur sin mapa, sin final, mostrando su desnudez, mientras que el latifundista ya ha alambrado con púas nuevas y seguras toda la tierra usurpada. Esto gustó al latifundista y a su familia y lo llamó “Progreso Agrícola”. Fue el cuarto día antes del caos final.

GÉNESIS DÍA 5
Dijo Dios: “Llénense las aguas de seres vivientes y revoloteen aves sobre la tierra y bajo el firmamento”. Dios creó entonces los grandes monstruos marinos y todos los seres que viven en el agua según su especie, y todas las aves, según su especie. Y vio Dios que todo ello era bueno. Los bendijo Dios, diciendo: “Crezcan, multiplíquense y llenen las aguas del mar, y multiplíquense asimismo las aves sobre la tierra”. Y atardeció y amaneció: fue el día Quinto.


ANTIGÉNESIS DÍA 3
Al final, cuando el colonizador ya había arrancado de las entrañas de las tierras invadidas toda la riqueza natural, instruyó a sus descendientes para que repitieran la fórmula ganadora: presionaron un poco a los gobiernos de países empobrecidos y estos decidieron privatizar para modernizar el país: Llegó el nuevo colonizador y compró las aguas, la electricidad, los teléfonos, los peces del mar, los minerales entrañables. Compró a poco precio y ahora vende a precios dolorosos de pagar porque son bienes básicos que, mientras no los resistamos, deberán ser pagados al precio que ellos decidan. A este robo el colonizador lo llamó “Inversión extranjera” y el gobernante lo llamó “Tratado de libre comercio”. Ellos felices. Fue el tercer día antes del caos final.


GÉNESIS DÍA 6
Dijo Dios: “Produzca la tierra animales vivientes de diferentes especies, animales del campo, reptiles y animales salvajes”. Y así fue. Dios hizo las distintas clases de animales salvajes según su especie, los animales del campo según su especie, y todos los reptiles de la tierra según su especie. Y vio Dios que todo esto era bueno.

Dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que tenga autoridad sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo, sobre los animales del campo, las fieras salvajes y los reptiles que se arrastran por el suelo” Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Macho y hembra los creó.

Dios los bendijo, diciéndoles: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.”.

Dijo Dios: “Hoy les entrego para que se alimenten toda clase de plantas con semillas que hay sobre la tierra, y toda clase de árboles frutales. A los animales salvajes, a las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se mueven sobre la tierra, les doy pasto verde para que coman”. Y así fue. Dios vio que todo cuanto había hecho era muy bueno. Y atardeció y amaneció: fue el día Sexto.


ANTIGÉNESIS DÍA 2
Al final, los patriarcas machistas, adueñados de la historia, del poder simbólico, de la cultura, de la última palabra, adueñados de la verdad, miraron a la mujer y no vieron su alma: vieron en ella a una costilla arrancada de sus cuerpos perfectos y la llamaron “ladrona”, y la condenaron a usar sólo sus manos y les permitieron vivir sólo en medio de los tejidos y las recetas. La obligaron a descubrirse su sexo y la usaron para saciar su vergüenza y su soledad. Asustados por la igualdad con que fue hecha por el Creador le negaron mostrar su identidad de mujer y sólo le permitieron amar sus roles, que son dignos pero que no son todo: hija, hermana, esposa y madre.  Los patriarcas machistas se sintieron felices y fuertes y llamaron a esta decisión cobarde: “Cultura”. Fue el segundo día antes del caos final.

GÉNESIS DÍA 7
Así estuvieron terminados el cielo, la tierra y todo lo que hay en ellos. El Séptimo día Dios tuvo terminado su trabajo, y descansó en ese día de todo lo que había hecho. Bendijo Dios el Séptimo día y lo hizo santo, porque ese día descansó de sus trabajos después de toda esta creación que había hecho.

Este es el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados.


ANTIGÉNESIS DÍA 1
Al final, cuando Reagan, miró cómo Europa se organizaba y creaba un bloque con mucho poder llamado “Comunidad Económica Europea” se preocupó muchísimo.
Cuando países de Asia se unieron y levantaron un bloque económico sin precedentes, Clinton perdió el apetito.
Cuando los países árabes mantuvieron sus acuerdos respecto de la producción y comercialización del petróleo, Bush se desencajó y golpeó su mesa de gobernante fiel a sus antecesores.
Podríamos nombrar como en un vía crucis los países que han estado en la mira asesina de los gobernantes del imperio norteamericano: hoy es Irak, mañana podría ser Corea del Norte, Pakistán, India, cualquiera. Cuando el Imperio miró a Irak supo que su nuevo orden mundial peligraba si en las puertas recién abiertas de este milenio naciente no le quedaba claro a toda la humanidad que esta historia tiene un dueño: El Imperio, que como un dios falso tiene cabeza de oro y pies de barro. De nuevo el dios Molok busca ser Señor y dueño de las vidas de los hijos de esta humanidad y sólo con sus muertes inocentes y con la sangre de los excluidos saciará su hambre de poder. Hay una arma potente que Irak nunca va a sacar de su territorio nacional, un bien que la tierra le regala: el petróleo.  Hacer guerra significa el día final para personas concretas que hoy están vivas y pronto no lo estarán. El imperialista vio todo esto y le gustó muchísimo. Fue el primer día de la muerte no sólo para el pueblo de Irak sino para todos nosotros a los que la paz no sólo suena a ausencia de guerra sino a una historia sin codiciosos, capitalistas, industriales corruptos, latifundistas, nuevos colonizadores, patriarcas machistas e imperialistas.

La paz es un regalo, una herencia, un compromiso, una lucha diaria. De la paz ejercida en cada persona, en cada familia, en cada población, organización, comunidad cristiana depende la vida concreta de personas y pueblos.

Al final vino la guerra, vino la muerte, el estallido mortal; dejaron de ser los que hasta ahora eran. Ya no viven. El último estallido borró la faz de la tierra, murió hasta el que pensó dominar y celebrar su amargo triunfo. Las tinieblas cubrieron los abismos mientras el espíritu de Dios aletea sobre las superficies de las aguas...

RURALIDAD Y GLOBALIZACIÓN: UN RETO A LA SOLIDARIDAD

Hace un tiempo hice una reflexión bíblica acerca de la guerra en Irak y los planes hegemónicos y criminales de Estados Unidos.

Y la compartí a mis amigas y amigos. Cuando algunos me respondieron me quedó claro que estamos necesitados de espacios de reflexión.

Así que me atrevo con esta reflexión sobre la globalización y su impacto en mi país, pero de manera especial en el sector rural, tierra tan querida para mí.

Tengo opciones que vertebran mi servicio: entre éstas están la solidaridad y el compartir Buenas Noticias con las mujeres y hombres del mundo rural.

En estos últimos años no he cedido en la esperanza, sobre todo por los signos de vida y organización de los que he sido testigo en mi servicio, pero, lejos de mí pretender tapar el sol con el dedo.

Estoy muy preocupado por las muestras de establecimiento de la Globalización en medio de la vida de las personas que amo y sirvo, y he decidido dar un paso adelante de la sola preocupación para ocuparme en acompañar a la gente del campo en la gran tarea de decidir cómo permanecer de pie y organizados frente a este estilo actual de hacer la historia.


Diseño ideológico de la Globalización

En la segunda mitad del siglo XX fuimos testigos -y algunos, activos protagonistas- de dos diseños geopolíticos de la humanidad.
       
El primero, que dividió al planeta en dos ejes territoriales: Este – Oeste. El segundo, que también dividió al planeta en dos ejes territoriales: Norte – Sur.

Chile vivió el trauma de cambio de escenario cuando hubo relevo de modelos geopolíticos: mientras en el primero participaba en un hemisferio donde se  predicaba la libertad producida por el capital, en el segundo se descubrió en la lista de los países pertenecientes al hemisferio de la pobreza, de la dependencia económica y de la deuda externa diseñada para crear dependencia política, además de la económica.

En ambos modelos geopolíticos los totalitarismos aportaron todos los elementos necesarios para una lectura ciega ante las fuerzas dialécticas dentro de su propio territorio.  Así, cuando los pueblos originarios se organizaron entonces la lectura ciega frente a esta fuerza real y local fue tajante y única: imposible que ellos tengan fuerza protagónica propia; entonces, actúan con violencia frente a lo establecido porque están infiltrados, instruidos y financiados por el terrorismo internacional. O cuando se logró reaccionar frente al humillante logo de “país del sur”, la mirada se dirigió hacia los ricos del Hemisferio Norte para que cumplieran su deuda ética y vinieran en ayuda económica de este pobre país sureño, sin tener la voluntad ideológica y política para denunciar que en este Chile del hemisferio pobre, hay un reducido grupo económico-político-social de chilenos –enclave del Norte- adueñándose progresivamente del país.

El diseño ideológico de la globalización está sustentado en el ejercicio de  síntesis de los imperialismos y los totalitarismos del siglo que acaba de terminar, pero superándolos: La globalización pasa por encima de la ya tradicional estrategia de repartirse el mundo en dos. Busca, desde una percepción pan-geopolítica apoderarse de todos los territorios del planeta como eventuales escenarios de mercado.

Puedo decir que este sistema es más perverso que cualquier anterior, pero tengo que reconocer algo positivo de la desfachatez de este diseño de relaciones deshumanizadas. Deja, de manera cruda, al descubierto los protagonistas dialécticos del sistema: los poderosos y los empobrecidos. Siempre éstos han sido los verdaderos hemisferios, los mundos desencontrados de todos los sistemas que producen estructuralmente relaciones de desigualdad. Los llamamos en décadas anteriores ricos y pobres, oligarquía y pueblo, enriquecidos y empobrecidos, explotadores y marginados; hoy se llaman transnacionales y excluidos.

Al darle este tratamiento inicial a la Globalización algunos podrían recordarme que me había comprometido a no tapar el sol con el dedo y, que hasta ahora un dedo muy grande está tapando el esplendor de todos los beneficios que esta nueva época está trayendo a la “humanidad”.
Es que para ver este brillo globalizador debemos tomar una opción: o lo miramos con los lentes de la estética o lo miramos con los lentes de la ética.

La estética nos puede dar una lectura del producto terminado, de las macrocifras redondeadas, de la belleza de este nuevo orden mundial; pero la ética nos va a dar como lectura estructural de este nuevo orden cuál es el verdadero nivel de calidad a escala humana que este sistema provoca, produce e implanta.

Desde mi perspectiva la estética de este sistema debe pasar el examen que la ética le haga.

Así, la mayor producción y riqueza mundial no pasa el examen ético por la cada vez más escandalosa forma de distribuir los bienes y riqueza producidos.

La mayor interdependencia e intercambios entre las naciones del mundo (como el Tratado de Libre Comercio) no pasa el examen ético por la estructura y el comportamiento asimétrico que significan los países firmantes. Hay falta de equidad cuando al libre tránsito de productos no lo acompaña el libre tránsito de personas. Hay falta de equidad cuando Chile firma un tratado comercial teniendo aún como deuda con su gente la efectiva solidaridad, la subsidiaridad como salvaguardia a los productos de nuestra tierra y mares, la entrega de subsidios para la reconversión industrial, etc.

Un mayor conocimiento y dominio de la naturaleza no pasa el examen ético porque este conocimiento y dominio favorece sólo a las elites hegemónicas que lo financian, a costo de la degradación de los ecosistemas.

Una mayor, mejor y más rápida comunicación internacional, la conquista del espacio y del átomo, del genoma humano no pasa el examen ético porque nunca fue pensada para beneficio real de las grandes mayorías, las que no tienen acceso a la red informática en tiempo real. No por nada hay países, tribus, pueblos, culturas, etc., llamados “desconectados”. Ellos son los protagonistas de un nuevo analfabetismo cibernético.

La lucha contra las enfermedades y los desastres naturales pero que sólo puede ser financiada por los sistemas de salud de los sectores adinerados no pasa el examen de la ética porque la falta enorme de equidad hacia los pueblos más vulnerables la hace aparecer casi como xenofóbica.

Con los lentes de la ética, la Globalización aparece comercializando con bienes no materiales. No todas las necesidades humanas pueden y deben solventarse en el mercado, no obstante, se practica un “mercado laboral” que determina la remuneración y los empleos disponibles, el bienestar o la miseria laboral; también suelen negociarse la lealtad y la creatividad, el respeto y la posición social, se trafica con órganos humanos y, eventualmente, aún con el amor, como si estos requerimientos fueran objetos de comercio. La globalización es el reality más descarnado donde el competidor no se mira como un ser humano, sino más bien como amenaza y obstáculo que se debe superar e incluso eliminar.

Por estas razones, junto con darle este tratamiento, desde la ideología, al estilo de construcción de la sociedad y la historia llamado Globalización, debo confesarles que me incomoda cada vez más cuando escucho: “La Globalización no es a priori ni buena, ni mala. Será lo que la gente haga de ella”. Yo digo que la Globalización no es una realidad que nace de nosotros, es una realidad que nos envuelve agresiva y devastadoramente. La globalización tiene una génesis, tiene padres ideológicos, tiene tutores que cuidan prolijamente su crecimiento. La Globalización es un ejercicio de fundamentalismo de mercado que no invita a ser protagonistas sino que se sirve de los excluidos, de los empobrecidos, de los que trata como no-personas, de los no-pueblos, de los no-viables.


Chile y su carrera hacia la visibilidad


En América Latina, los proyectos de integración, ALALC, ALADI, Comunidad Andina de Naciones, MERCOSUR, Mercomún Centroamericano, Mercomún Caribe, o se abandonaron o sólo se realizaron parcialmente en las últimas fechas, y hoy están casi estancados. El ALCA no contempla una visión humanista a la hora de incorporar países asimétricos como fue el ejemplo que la Comunidad Económica Europea dio cuando incorporó a países como España y Portugal, donde los componentes de integración, solidaridad y subsidiaridad sí estuvieron presentes.

Un reto importante para América Latina es acercarse al sueño bolivariano de la integración latinoamericana, de la “Patria Grande”, para poder negociar con mayor equidad ante el poder de Estados Unidos.

Estados Unidos tiene suficiente claridad respecto de la dificultad que significan el Bloque Asiático y la Comunidad Económica Europea a la hora de implementar su hegemonía de dependencia económica y política a la totalidad de los países. No le interesa tener otra muestra de este tipo de integración territorial, menos en su propio continente.

Hoy día desarrolla, con éxito, su estrategia de neutralización de cualquiera posible integración regional o latinoamericana convocando a los países territorialmente extremos: México y Chile. Pactar con estos dos países de manera atomizada un Tratado de Libre Comercio libera a Estados Unidos de cualquier riesgo – para él- de tener que tratar con un conglomerado de países organizados e integrados en lo social, en lo político y en lo económico. Estados Unidos exige como condición a estos nuevos “socios” minoritarios el rechazo de estos países frente a cualquiera invitación para formar parte activa y protagónica de Mercados Regionales y Continentales.

En este contexto de dependencia política y económica es que los invito a hacer una lectura integral del crecimiento económico en Chile. Es un crecimiento alimentado fundamentalmente con inyecciones de capitales extranjeros y que convive con procesos como la disminución de la función del Estado, la optimización del aparato burocrático del Gobierno, una política laboral funcional a las transnacionales para que éstas lean como viable a Chile a quien le exige bajos salarios y bajos impuestos, una política macroeconómica de crecimiento sostenido pero con una economía real que permite deprimir salarios y prestaciones, deprimir el bienestar y el mercado interno local para favorecer los intereses de los grandes capitales presentes en el país.

Es verdad que desde el ámbito factual Chile aparece con un envidiable índice de crecimiento y desarrollo respecto de los países de la región y de toda América Latina. Pero desde el ámbito coyuntural Chile aparece produciendo exclusión, invisibilidad y un escandaloso índice de falta de justicia y equidad en la distribución de la riqueza. La razón de esto sólo se puede leer en el ámbito estructural que revela que Chile no puede repartir la riqueza que no le pertenece, no es el crecimiento de Chile, sino el crecimiento en Chile de capitales de unos pocos chilenos y unas pocas transnacionales.

El Gobierno de Chile en su gestión de relaciones exteriores corre tras la visibilidad en el concierto globalizado de los acuerdos y de los mercados, pero en casa convive con un Estado que en su responsabilidad social sesgada se reduce a paliar la miseria sin atacar sus causas profundas y con una propuesta económica que ensalza criterios como la productividad, la competitividad y el ahorro, aún a costa del bienestar de las trabajadoras y los trabajadores.

En esta carrera vertiginosa, sostenida desde afuera, frágil y dependiente en su estructura de país, yo me hago la pregunta por la Equidad prometida para todos los chilenos de la cual no tuve ninguna expectativa, pero fue prometida. Debemos hacer pasar la estética de los informes macro por el examen de la ética micro.

Y aquí no bastan las cifras, las encuestas, los censos. Ni siquiera basta describir –desde aquí, desde la reflexión - los nuevos rostros de exclusión del campo. Estamos invitados a hacer silencio para acoger, que es más que escuchar, el clamor de los excluidos que este sistema produce. Son más que un costo social, son más que un deducible de la modernización. Son personas, cuya dignidad exige viabilidad, visibilidad. No es el empobrecimiento, son personas empobrecidas porque otras han decidido enriquecerse a costa de éstas. No es el endeudamiento, son personas endeudadas porque otras han decidido aumentar la plusvalía de su comercio.

Estamos invitamos a mirar el fenómeno pero desde las personas que lo protagonizan. Estamos invitados a conocer las cifras, pero desde los rostros que estas cifran representan. Este cambio de mirada exige que todos estos rostros pasen por el corazón humano.


Un reto a la solidaridad


Permítanme contarles esta pequeña historia.
Dos buques acorazados habían estado en el mar realizando maniobras con mal tiempo durante varios días.
Como la visibilidad era débil a causa de la niebla, el capitán permanecía en el puente vigilando todas las actividades.
Poco después de oscurecer, el vigía en el ala del puente comunicó al capitán, “luz en dirección a la línea de estribor”.
Preguntó el capitán “¿está fija o se mueve hacia popa?”.
El vigía contestó, “Fija capitán” lo que significaba que ellos estaban en dirección a estrellarse con esa nave.
El capitán llamó entonces al señalero, y le indicó  “Haga señales a esa nave informando:  estamos en dirección de colisión, les aconsejamos cambiar el rumbo 20 grados.”
Recibieron una señal respondiendo,  “Aconsejable para ustedes cambiar su rumbo 20 grados.”
El capitán dijo al señalero,  “Transmita: yo soy un capitán, cambien el rumbo 20 grados.”
Vino la respuesta  “Yo soy un marinero segunda clase.  Les convendría a ustedes cambiar su rumbo 20 grados.”
A esa altura, el capitán ya estaba furioso.  Muy enojado le ordenó al señalero,  “Transmita: yo soy un acorazado, cambien el rumbo 20 grados.”
Y volvió la luz intermitente diciendo “Yo soy un faro”.
Después de un silencio que se hizo eterno entre los marineros, el capitán en un tono casi sordo de voz ordenó cambiar el rumbo de su nave.

El faro es siempre una señal firme frente a la cual deben rendirse todos las máquinas de poder, si no, están condenadas a chocar contra esta señal puesta precisamente para dar las claves para un curso correcto.

Las personas somos el faro, la humanidad toda somos el faro, los excluidos de este nuevo sistema son el faro. Las mujeres y los hombres somos las señales firmes desde las cuales debe construirse la historia. ¡Qué equivocada decisión cuando se pretende hacer girar la identidad de la persona delante de un sistema, o a un país entero frente a un modelo económico. Es el barco el que debe moverse y no el faro. Por eso es una equivocación hacer que el ser humano pierda su firmeza, que la persona pierda su luz, que la dignidad humana se pierda como señal firme. Muchos sistemas poderosos como los acorazados han chocado contra las personas y hoy día esos sistemas son historia.

Es responsabilidad nuestra mostrar la relatividad del sistema que hoy se presenta como poder absoluto, ofreciendo posibilidades ciertas de fundamentalismos e idolatrías; y es responsabilidad nuestra mostrar al ser humano como fundamento firme desde donde queremos construir nuestra historia, nuestra sociedad, nuestra cultura y nuestro país.

Hoy por hoy, como están dadas las cosas para el campo chileno podríamos contar por docenas las medidas que muchas instituciones deberían tomar con el urgente propósito de devolver viabilidad y visibilidad a las personas, grupos, organizaciones y comunidades campesinas que este sistema resolvió fueran inviables e invisibles.

Devolverles la corporalidad social, aportarles el necesario acompañamiento para que recobren la confianza debilitada o perdida en el protagonismo constructor que entrega un buen proceso de organización social, superar la lectura que las instituciones de servicio hacen de los campesinos y campesinas como  meros beneficiados de proyectos sociales, pero sin fuerza propia para cuestionar a esas mismas Instituciones y a esos mismos proyectos sociales; todas esas son tareas urgentes e importantes de realizar para que la señal firme vuelva a ser referente y no accesorio, muchas veces desechable en este sistema de cosas actuales.

Solidaridad con el mundo rural es más que actividades solidarias aisladas sino políticas que reviertan procesos de éxodo rural, pérdida de identidad cultural, degradación de suelos agrícolas; políticas que reafirmen el valor de las organizaciones, las confederaciones, el liderazgo servidor; políticas que reconozcan el lugar que la mujer se ha ganado en la vida y la organización del campo. Políticas que fortalezcan todo el proceso postcosecha y comercialización de productos agrícolas de pequeños y medianos productores; políticas que fortalezcan la formación técnica de las nuevas generaciones y reeduque participativamente a generaciones adultas de hombres y mujeres en el uso de nuevas técnicas que le permitan acceder a créditos, a proyectos de producción agrícola diversificada; políticas que permitan ingresar a la familia campesina a nuevas actividades productivas no necesariamente agrícolas pero sí campesinas.

        Hoy día la solidaridad con el mundo rural y con el Chile excluido pasa por detener el proceso de visibilidad en el centro de la globalización que tiene como hipoteca social la pretensión de un Chile lineal, parejo, homogeneizado, monocultural, que aturde la expresión local, la fuerza territorial, la cultura ancestral, la creatividad juvenil aún no codificada como cultura por los ámbitos adultocéntricos de producción.

Es también el tiempo propicio, siempre lo es, para oír la voz del campesinado, reconocer la densidad de la presencia y actividad campesina en la vida del país, rehacer la historia fragmentada del Movimiento Campesino que hoy es aportado con organizaciones femeninas y juveniles.

Es el tiempo en que las respectivas Diócesis del país, todas con comunidades campesinas, tomen la decisión de crear Vicarías Diocesanas de Pastoral Rural y, asumiendo que los materiales que los organismos nacionales de la Iglesia producen para Catequesis, Liturgia y Formación de Comunidades están hechos y pensados para el mundo urbano, se den a la tarea de crear material específico de formación y acompañamiento para sus comunidades campesinas.

Es urgente un acompañamiento pastoral a jóvenes y familias que se ven puestos en la disyuntiva de abandonar sus tierras y vida campesina para emigrar a la ciudad sin protección alguna frente al estilo de vida y modelos de sustento económico del medio urbano; así como crear procesos de acompañamiento a jóvenes y familias que ya han dado este paso degradando su calidad de vida y experimentando soledad y desesperación en este nuevo escenario agresivo y ajeno para ellos.


Creo firmemente que la esperanza es una fuerza real y presente, que no se activa en la medida en que no se abandone una lectura ingenua de la forma estructural en que la historia se va haciendo. La esperanza comienza a la altura de la lucidez y la honestidad. No es ocultando el dramatismo ni castigando como fatalista una lectura clara de los acontecimientos que vamos a construir esperanza. La esperanza para mí tiene como modelo, a Jesús, pero Él encarnado en la historia real de Nazaret. La esperanza tiene como modelo, para mí, a Jesús resucitado, pero con las marcas del crucificado para darme pistas donde lo puedo encontrar presente en esta historia que todos hacemos.

La historia, para mí, es un altar donde Jesús se sienta y se ofrece como pan compartido, pero en esta mesa hay un puesto para cada mujer y hombre de la humanidad. Si en esta mesa de la fraternidad, que es la historia, dejamos fuera a gran parte de los comensales, dejamos fuera como posibilidad la construcción de una historia digna, participada y valiente.

Quiero terminar compartiéndoles un texto anónimo del Siglo XVII que leí recién ayer: “El miedo golpeó la puerta, la fe salió a abrir y no encontró a nadie”

Fraternalmente
Perico